Reseña: Angel Olsen – Big Time (2022)


Si eres amante del folk, el country, o de algunos otros proyectos musicales como Phoebe Bridgers o Kacey Musgraves lo deberías considerar como un disco imprescindible del año.
Estética del Sonido
7
Narración y Discurso
9
Técnica de Producción y Mastering
9
Creatividad
6
Nota de lectores4 Votos
5.5
7.8

Angel Olsen regresa con un álbum de country para celebrar la identidad humana, el cambio, el dolor, la diversidad sexual, el amor, la vida y la muerte.

Big Time, el sexto álbum recién lanzado de la cantante, es una poderosa experiencia sonora y poética que explora diferentes temas a través de un country suave en el que se aprecia la mutabilidad musical de la artista, capaz de entregarnos un álbum que sin duda estará en las listas de lo mejor del 2022.

En sonido, aunque hay mucho folk, este álbum no recuerda a nada de lo previamente hecho por la cantante, intentando alejarse completamente de lo construido en sus últimos 3 discos, donde Angel ha transitado por sonidos más orientados al art rock y al art pop. Este nuevo álbum representa mucha madurez en su carrera artística, sobre todo después de haber colaborado con Sharon Van Etten en el sencillo «Like I Used To» lanzado en 2021, y de toda la experiencia adquirida en Whole New Mess del 2019, donde Olsen, en medio de una fuerte depresión por un rompimiento romántico, recurrió a convertir una iglesia en su estudio de grabación para usar los pasillos de la construcción como efecto natural de eco para su voz.




Big Time, en parte, es una crónica del dolor de Olsen al haber perdido durante 2021 a sus padres adoptivos, justo después de confesarles su orientación homosexual, aunque también es un documento de autorrealización, desamor, aislamiento y embriaguez de nuevo amor. 

Grabado tan solo unas semanas después del funeral de su madre, Olsen ha recurrido al productor Jonathan Wilson, compositor de country, para dar sentido y congruencia a su nuevo sonido, así como a toda una nueva banda de músicos que tocan en el álbum cuernos, flautas, saxofones, bajo, guitarras, campanas, mandolinas, piano, organo, trombón, clavicordio, violines, violas, chelos, vibráfono, trompetas, etc; construyendo un sonido triunfal y optimista.

En cuanto a aspectos técnicos, esta vez el sonido es nítido, con una grabación y producción muy clara que deja apreciar cada uno de los instrumentos que conforman toda la experiencia, a diferencia de Whole New Mess, el cual, debido al fuerte eco, se siente bajo un espectro, cálido, onírico y nebuloso, o del All Mirrors, el cual es una experiencia mucho más densa con mucha más ambientación, o de hecho con prácticamente toda su carrera que ha coqueteado con lo lo-fi.

Olsen parece estar comprometida con su carrera al explorar nuevos sonidos que le permitan transmitir las sensaciones y experiencias que vive, permitiéndose embarcarse con nuevos géneros, mientras que, en sus letras, toda su esencia y personalidad queda intacta, al hablar con su característico estilo de historias personales que tocan tópicos como el perdón y la sanación, el amor a través de la autenticidad, la aceptación y el cambio. No es una reinvención completa, pero sí un cambio fluido hacia una dinámica musical embriagadora, delicada, profunda y triunfal. Eso sí, no llega a superar ni estilísticamente ni creativamente al que es, a mi parecer, su obra maestra: Al Mirrors del 2019, experiencia más oscura, vulnerable y excéntrica que considero perfecta, pero Big Time es un disco que, sin duda, vale mucho la pena experimentar.

Si eres amante del folk, el country, o de algunos otros proyectos musicales como Phoebe Bridgers o Kacey Musgraves  lo deberías considerar como un disco imprescindible del año.

@esonosoyblog

Angel Olsen regresa con un disco de country para intentar reinventarse.#AngelOlsen #Reseña #Country #Disco #Álbum #Pop

♬ sonido original – EsoNoSoy