Análisis: Bloc Party – Silent Alarm


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Wichita Recordings /// Productor: Paul Epworth

Parece que fue apenas ayer cuando una alarma silenciosa activada por Bloc Party empezó a causar un gran eco en el mundo de la música. El debut de estos ingleses llegó en el momento justo, cuando la Gran Bretaña estaba respondiendo al asalto de los Strokes e Interpol en la escena independiente norteamericana. Aunque Up the Bracket (2002) de The Libertines es reconocido como el iniciador del renacimiento de la escena rock en Inglaterra (después de una prolongada cruzada del Grunge y el New Metal americano por conquistar el mundo), fue hasta que bandas como Franz Ferdinand, Kasabian, Editors, y por supuesto Bloc Party, consolidaron definitivamente la gran revolución musical que ahora ya pertenece a los libros de historia.

Silent Alarm fue una pieza fundamental en esta revolución. Funcionó como el engranaje principal para mostrar que la gestación del movimiento inglés no era sólo una moda juvenil más, sino una fuerte protesta de la juventud en contra del mundo que les había tocado vivir. Un punk moderno forjado ahora, no por manos de los hijos de los obreros como a mediados de los 70, sino por manos de los hijos de la clase social media-alta, quienes tenían una nueva guerra en contra del abstracto, vacío y agobiante mundo contemporáneo. Por ello, a 10 años de su lanzamiento, consideramos necesario conmemorar uno de los mejores discos que se han gestado en el nuevo milenio.




Con sólo ver la icónica portada invernal ya se puede atisbar la soledad que los músicos intentaron fotografiar en sus punzantes rimas y sus híbridas melodías de rock, punk y funk. Además, el nombre del disco funciona como una perfecta descripción de todo lo que es de forma general la placa: un intento por alzar la voz en una sociedad que no escucha; una alarma silenciosa que sólo algunos lograrán oír en medio del acelerado ritmo de las vidas modernas que se dirigen hacia ningún lugar.

Musicalmente, Silent Alarm está dotado de energía y drama. En muchos momentos, la batería a cargo de Matt Tong se sobrepone de una forma atronadora, jugueteando con el math rock y el hardcore punk. Las guitarras de Okereke y Russell Lissack crean un cuerpo muy sólido que sabe en muchos momentos a rock alternativo; el bajo estiliza de una forma muy funk sus intervenciones; mientras que el sintetizador crea, en algunas canciones, atmósferas ambiguas y nebulosas que reafirman la identidad del álbum.

Silent Alarm: La voz inteligente del movimiento indie rock de los 00s

Las letras del álbum reflejan la soledad que le aqueja al hombre moderno. Un trabajo de suma importancia con el que la juventud inglesa se sintió profundamente identificada de inmediato en el 2005. Todo el disco está plagado de metáforas poéticas que retratan diferentes situaciones de la gris vida inglesa. Desde el primer track, Kele Okereke (líder y letrista) utiliza excelsos versos para mostrar el caótico mundo con el que no está de acuerdo, pero que a diario tiene que experimentar. «Like Eating Glass», el primer track, reproduce los duros sentimientos de una relación sentimental que se está desmoronando. Una situación que mata a las personas (menciona que tiene cruces en los ojos, como las caricaturas que están muertas), que quema el alma y que vacía el corazón.

«No puedo comer, no puedo dormir. No puedo dormir, no puedo soñar. Una aversión a la luz. Tener miedo del océano. Como beber veneno, como comer vidrio».

En «Helicopter», uno de los sencillos más famosos que logró hacer la agrupación, su protesta toma una dirección política, con una crítica hacia la hegemonía cultural vacía, impuesta en mayor medida por EE. UU. e Inglaterra pero que es adoptada por todo el mundo con una apatía acongojadora. Para Okereke, las personas están hartas del mundo capitalista pero sólo se forman en los McDonalds mientras esperan un milagro que cambie la situación.

«Deja de ser tan americano. Hay un tiempo y hay un lugar. Entonces James Dean, entonces los jeans azules, van a salvar el mundo… Algunas cosas nunca serán diferentes. Hambriento y mudo (entonces espera en la fila), haciendo cola por un poco más de comida chatarra. No es mi culpa, no es mi culpa (sólo por esta vez)… ¿Por qué no puedes ser más europeo? Hijo bastardo de la culpa y la vergüenza. ¿Estás esperando un milagro? No es suficiente.»

Pero, «Helicopter» no es el único track político que se aborda en el álbum. «Pioneers» habla acerca del poder, la ambición y el control del mundo por los caprichos de algunos pocos. «Price of Gas» de una forma más directa, hace un llamado a la guerra para acabar contra el inconsciente daño ecológico que provoca el consumismo permitido por el sistema y fomentado por las empresas.

En «Positive Tension», posiblemente uno de los temas más complejos semánticamente, Okereke canta hacia los vacíos y aburridos días de la vida, mencionando cómo estos carcomen la existencia.

«El miedo y el anhelo. El miedo y el consumo. El miedo y el anhelo. Te van a comer vivo.»

«Blue Light» refuerza las ideas de angustia, desolación y alienación con las que vivimos todo el tiempo en la posmodernidad. En la misma línea existencialista, «Banquet» logra presentarnos una extraña escena en donde sutilmente se hace referencia al sexo como el eje que nos conduce a sentirnos empoderados y al mismo tiempo, subestimados y negados. Para Kele, es duro convertirse en adulto.

La esquizofrenia social se hace presente en «She’s Hearing Voices», en donde a través de una analogía, Okereke retrata el mundo contemporáneo sumergido en el caos del odio emprendido por los medios de comunicación que adoctrinan a las masas a conveniencia.

«Ella está oyendo voces, le llaman. Ella está oyendo voces, le advierten. Ella no puede dormir. Ella consiguió una píldora azul, una píldora roja… Leche de amnesia. Tiene miedo a los negros, ella tiene miedo a los judíos… Ella es una noticia de ayer…»

«This Modern Love», de forma parecida a «Like Eating Glass», critica profundamente las relaciones modernas, observando lo vacías que son, en donde parece que no hay emociones, sólo una lucha por comprar felicidad banalmente.

«No te ofendas si parezco distraído. Sólo sigue diciéndome hechos, y sigue haciéndome sonreír… Tengo la lengua atada. Bebé, tienes que ser más exigente, nunca he sabido que es bueno para mí. Voy a pagar por ti en cualquier momento. Este amor moderno me rompe, este amor moderno me desgasta.»

Una de las arteras críticas más lúcidas que hacen los integrantes es en el track «Luno», que habla sobre la hipocresía y las máscaras que nos tenemos que poner frente a la sociedad para ser aceptados, lo que conlleva a la pérdida de la identidad.

«Y estás cansado de tu mamá, y estás cansado de tu papá. Tienes que saltar a través de aros. Tienes que afeitarte las piernas. Déjalo pasar, déjalo pasar, déjalo pasar sobre ti. Y estás cansado de tu rostro, y estás cansado de tu nariz. Y tu nariz está sangrando, me has estado mintiendo.»

El disco termina con dos tracks que invitan directamente a la acción, a convertirnos en los arquitectos de nuestra propia existencia. Por un lado «Plans» nos invita a que despertemos de nuestro letargo y hagamos los planes para los grandes momentos, para nuestra vida, la cual está ocurriendo sin decisiones conscientes por parte de nosotros. La canción menciona que todos tenemos miedo del futuro, pero eso no debe impedirnos intentar crearlo como nos convenga. Por último, «Compliments», recalca el mismo mensaje, haciéndonos ver que nos estamos convirtiendo en viejos y debemos hacer algo al respecto.

«Nos sentamos y suspiramos. Y no se hace nada. Así que bien, estamos al tanto que sólo nos hacemos viejos. Y todo el tiempo ha sido desgarrado. Nicotina y bacterias. ¿A dónde estamos llegando? ¿Qué vamos a hacer?» 

Aunque en el 2005 ya se estaba regenerando fuertemente la escena independiente inglesa con nuevos sonidos más dance (aportados principalmente por Franz Ferdinand), fue hasta que apareció Silent Alarm cuando el movimiento obtuvo verdaderamente una voz importante que lo consolidó. Si queremos ser justos, es necesario reconocer que Bloc Party fue quien dotó de una esencia más trascendental al nuevo indie rock. Su influencia aún se respira hoy.

Ve el análisis en video: