Reseña: Rodrigo y Gabriela – 9 Dead Alive (2014)


Todas las canciones se sienten muy íntimas gracias a que fueron tocadas en vivo en su propio estudio, sin trucos de producción, y en algunas de ellas incluso se puede escuchar las conversaciones que tienen entre ellos dentro de la sesión.
Estética del Sonido
9
Narración y Discurso
9
Técnica de Producción y Mastering
9.5
Creatividad
8.5
Nota de lectores0 Votos
0
9
Producción: Rodrigo Sánchez / Gabriela Quintero Rubyworks Records
Producción: Rodrigo Sánchez / Gabriela Quintero Rubyworks Records

Rodrigo y Gabriela se siguen superando en cada trabajo. Después de cinco años de no lanzar material completamente nuevo, se embarcan en su cuarto álbum de estudio titulado 9 Dead Alive, en el que logran retomar su característica esencia acústica llevándola a un nuevo nivel.

Aunque hace dos años lanzaron Area 52 (2012), un disco en el que reinterpretaban sus mejores canciones al lado de la orquesta cubana C.U.B.A. (y que a mi consideración es un trabajo que puede prescindirse de él), en realidad hasta ahora podemos decir que verdaderamente nos encontramos con el cuarto álbum de estudio que amplía el legado de este fantástico dúo mexicano.




Al igual que en 11:11 (2009), su tercer álbum, cada canción es un tributo a alguien que los inspiró. Ahora, en 9 Dead Alive desarrollan un álbum conceptual en el que rinden homenaje a nueve muertos que siguen permeando en el mundo contemporáneo. 9 canciones dedicadas a personajes que han transformado la cosmovisión de Rodrigo y Gabriela: Antonio Torres Jurado (guitarrista); Viktor Frankl (neurólogo y fundador de la Logoterapia); Harriet Tubman (activista por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense); Sor Juana Inés de la Cruz (escritora novohispana); Fridtjof Nansen (explorador y científico noruego); Gabriela Mistral (poeta feminista chilena); Fiódor Dostoyevski (escritor ruso); Leonor de Aquitania (reina consorte medieval de Francia e Inglaterra); y finalmente un segundo track dedicado a la naturaleza y a los animales.

Esta dicotomía que Rodrigo y Gabriela encuentran entre el influjo de su vida por parte de seres que representan la muerte se ve reflejada en el álbum con sonidos que evocan soledad, supresión y defunción, pero que al mismo tiempo funcionan para otorgarle vida y un gran dinamismo al álbum en su totalidad.

Desde que se escucha la primera canción del álbum «The Soundmaker» y se desarrolla hasta el final con «La Salle des pas Perdus» encontramos una progresión hacia los paisajes más densos que han creado en su carrera. Riffs cercanos a ser de hevy metal y rock duro, como se aprecia en «Torito». Fraseos tensos y acelerados que desembocan en líneas melódicas admirablemente lideradas por Rodrigo.

Los golpeteos en la guitarra por parte de Gabriela marcan el ritmo de una forma tan grandilocuente que hacen estremecer los sentidos. Además, las armonías que cimenta, dotan de un gran e imaginativo cuerpo a las canciones. Es como si se estuviese escuchando un verdadero álbum de rock, como se aprecia en «The Russian Messenger».

En general se puede apreciar cómo maquinalmente se construyen profundas composiciones a través de solamente 12 cuerdas. Todas las canciones se sienten muy íntimas gracias a que fueron tocadas en vivo en su propio estudio, sin trucos de producción, y en algunas de ellas incluso se puede escuchar las conversaciones que tienen entre ellos dentro de la sesión. Igualmente, la producción del álbum fue hecha por ellos mismos, algo que se agradece ya que se han empeñado en reflejar sus oscuras influencias sin intromisiones ajenas. 

Solamente en la tercera pista «Sunday Neurosis», rompen con la intimidad y juegan un poco más con la producción al poner grabaciones de citas de Viktor Frankl de fondo, mientras sobre ella dibujan desérticas escenas que terminan con el sonido de un avión alejándose. Después de eso el viaje continúa. 

La complejidad de «FRAM», lo sublime de «Megalopolis», y la crudeza de «The Russian Messenger», entre muchas otras cosas, hacen de 9 Dead Alive un álbum en donde se sienten más seguros de sí mismos logrando construir toda una entidad con sentido que deja cautivado al escucha. Es una verdadera lástima ver cómo este disco está pasando desapercibido en medios mexicanos, mientras todo el resto del mundo los voltea a ver.

Rodrigo y Gabriela es un dúo mexicano de guitarras acústicas que se creó en el 2000. Únicamente usando sus dos guitarras logran crear música de una gran complejidad técnica en la que incorporan estilos tan variados como el flamenco, el heavy metal y la música latina. Al comienzo de su carrera, desalentados por la pobre atención que se le daba a las bandas de la escena independiente nacional, decidieron probar suerte en Europa. Establecidos en Dublín, Irlanda, comenzaron a ganar notoriedad participando en diferentes festivales europeos. El éxito vino completamente con el lanzamiento de su segundo álbum de estudio Rodrigo y Gabriela (2006) con el cual se posicionaron en el puesto #1 del Chart Irlandés, ganándole al debut de Arctic Monkeys y al primer álbum póstumo de Johnny Cash. En la actualidad, los medios mexicanos siguen sin prestarle demasiada atención a la banda.